Te quiero preguntar, ¿Cuántas veces al día descargas un código QR?
Si piensas demasiado en la respuesta, déjame decirte que no eres el único.
Muchos de nosotros nunca habíamos tenido contacto directo con ese mapa de cuadrados blanco y negro que no es nada agradable a la vista.
Es a partir del 2020 cuando una pandemia creada por el virus SARS-CoV-2 arrasó como un fenómeno con estragos mundiales, y fue ahí donde todos los negocios se vieron afectados y tuvieron que ofrecer modificaciones y alternativas.
Uno de estos cambios fue la incorporación de los códigos QR en todos los establecimientos. ¿Por qué? Porque pensábamos que una forma de contagiarnos de este virus era a través del papel.
Desde entonces, todos los negocios crearon sus menús digitales, los cuales podías descargar a partir de este código.
Los Códigos QR llegaron para quedarse.
Estoy casi seguro que en más de una ocasión te pasó que el código no podía abrir, o no contabas con internet para poder descargar el menú, o simplemente te molestaba tanto que no pudieran darte un menú común y corriente como antes.
Conforme se fue investigando acerca de este virus nos permitimos poco a poco “regresar a la normalidad”, y esto aplico también para los negocios. Dejamos el cubrebocas obligatorio, los filtros de sanitarios en la entrada y los menús volvieron a ser físicos. Bueno… En algunos establecimientos.
Muchos otros decidieron que seguir utilizando el código QR como estrategia publicitaria era buena idea. Yo no estoy ni en favor ni en contra, aunque sinceramente, si lo analizamos en algunos casos puede tener más des desventajas para tu estrategia de marketing que ventajas reales.
Quisiera enumerarte algunas deficiencias y malas prácticas al usar los Códigos QR:
- Estéticamente son muy feos
No hay manera de hacer que un código QR pase desapercibido. Puede ser que arruine el bellísimo diseño de tu cartel, porque seamos sinceros, ese cuadro pixelado no es nada atractivo a la vista. Alguien podría decir que existen aplicaciones que permiten editarlos con colores de la marca y sí, tal vez son menos feos. Pero al final tu código QR no deja de ser un objeto poco estético.
- En algunos casos tus clientes tendrán que descargar una aplicación para usarlos
La verdad es que solemos descargar aplicaciones para cosas absurdas, pero me imagino que tendrás clientes que se ponen de mal humor al llegar con hambre a tu restaurante y encima de todo tener que descargar una aplicación para ver el menú.
- Si no cuentas con internet no podrás descargar el contenido
Es simple, si no cuentas con internet, tu dispositivo móvil no podrá leer el código QR. Esto es una desventaja porque muchos de tus clientes no cuentan con internet todo el tiempo, o puede fallar la red si te encuentras en algún lugar lejano de la ciudad.
Si vendes un producto con la información adicional a través de un código QR y tu cliente no puede abrirlo, es muy probable que sea una venta fallida. Si en tu empresa utilizas códigos QR, necesitas ofrecer también WiFi gratuito y de calidad.
- En la mayoría de los casos, no ofrecen información útil
Esta es la peor de todas. Si vas a usar un código QR para dar la misma información repetitiva o que no aportan en nada a tu venta, ¿Cuál es el propósito de esa estrategia?
¿Cómo usar un código QR a mi favor?
Ahora si de plano amas esta herramienta y quieres incorporarla a como de lugar en tu negocio, lo que te aconsejo es que mandes el tráfico a tu página web o a tus redes sociales.
Es decir, normalmente cuando descargas un código QR te arroja a la aplicación de Google Drive, ¿cierto? Esto es un error ya que no generará ningún tipo de tráfico.
En cambio, si tu código QR los dirige a tú página o a tus redes sociales, los usuarios no solamente verán el contenido que incluía tu código, sino que se quedarán a ver que más pueden encontrar.
Y tú, ¿amas u odias los códigos QR? ¿Crees que son una buena estrategia de marketing digital?
Sergio F. Esquivel | Estratega Digital